Sylvia Plath, “Lady Lazarus” in Ariel, Madrid, Hiperión, 1999, p. 34-36
Es un arte, como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien, que parece un infierno.
Tan bien, que parece de veras.
Supongo que cabría hablar de vocación.
Es bastante fácil hacerlo en una celda.
Es bastante fácil hacerlo, y quedarse esperando.
Es la teatral
Reaparición a pleno día,
En el mismo lugar; ante la misma cara, al mismo bestial
Y divertido grito
-¡es un milagro!-,
que me deja inconsciente.
Hay que pagar;
Por verme las cicatrices; hay que pagar
Por escucharme el corazón…
Late de veras.
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