LA EXPERIENCIA CON UNA OBRA DE
ARTE PUEDE ACECHARNOS COMO UN FANTASMA
Los fantasmas has sido y son
estudiados en todas las áreas produciendo una amplia gama de saberes, mitos, libros,
películas, están en YouTube y ahora Halloween, hasta los mismos lacanianos no
han querido quedarse sin su fórmula del fantasma. Cuando éramos niños estaban
debajo de la cama en el ropero a veces sentíamos que nos perseguían hasta el baño
y entonces decidíamos quedarnos inmóviles entre las frazadas pensando que en cualquier
movimiento podría pasar algo. Pero los fantasmas no existen, pero están en
nuestra imaginación y la imaginación tiene poder por eso los fantasmas nos
gobiernan, aun cuando tengamos edad. Como otros, yo nunca vi uno, pero me
pregunto ¿qué querrá hacer un fantasma conmigo? Que puede hacer? Frente a
nuestra cara de terror seguramente se asustan, será por eso que nunca los podemos
ver.
Así el encuentro con una obra de
arte no nos relaja, está ahí nos sale a nuestro encuentro y cada hecho o cosa
cotidiana no hace más que empujarnos a volver a ella. No es un enamoramiento,
es al algo más que una persecución; una amenaza pende sobre nosotros sin
dejarnos salidas, alumbra día y noche. Pero una obra de arte no es un fantasma,
pero surge del reino de la imaginación y entonces también tiene poder y ese
poder caer sobre nosotros y dicen los estudiosos que la obra de arte nos mira.
Cuando éramos chicos los
fantasmas terminaban en cada segundo abarcándolo todo, la experiencia con una
obra de arte también, solo que la puedo ver o escuchar, aunque tampoco me deje
muy tranquilo. A veces escuchamos decir …como
Picasso no hay nadie o …cuando vi un Picasso… o cuando ves un Picasso … de ahí en
más nunca te sentirás tranquilo y lo contaras infinitas veces como si fuera una
aparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario