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miércoles, 22 de febrero de 2023

 

UNA OBRA DE ARTE ABRE UN ESPACIO ENTRE NOSOTROS Y NUESTRAS VIDAS

En el sentido de que nada será igual después de ese encuentro con la obra de arte. A partir de ahora comezamos a contar el tiempo. No cierra, sino que abre, esta apertura impulsa la búsqueda de nuevos significados a nuestras cosas. Abre en un sentido iniciático, bautismal, ahora hay un antes donde el sujeto no se podía reconocer a sí mismo. Este abrir del arte puede tener resonancias venturosas o terroríficas por lo tanto será inquietante, inquietante como la llegada de alguien nuevo.

La obra de arte se sitúa en un espacio que ocupa el centro, albergara lo nuevo, la riqueza, lo desconocido, ese espacio como un territorio, una geografía descubierta, ganada a la ignorancia de la nada. Ese espacio distiende de los conflictos, trae un nuevo perfume a los días, es desgarrador y al mismo tiempo alivia la vida y el andar, da consuelo motivación permite la acción el hacer y la búsqueda.

 A veces no nos damos cuenta lo pegado que estamos nosotros mismo, no logramos derribar nuestras propias fronteras. Yo, él yo y lo que hago no se logran diferenciar. Vivimos sin darnos cuenta que soy yo el que vivo. Padecemos una sobrecarga, un pegoteo una falta de clivaje, nosotros y nuestra vida a veces atraviesan algo de lo insoportable de sí. Por eso mismo el arte, la obra de arte da un aire nuevo, permite circular de forma más liviana, aparece en algunos la sonrisa en otros la voluntad; dejamos de hacer algunas cosas, nos ausentamos de algunos lugares, no volveremos a leer, ni mirar ni hablar de lo mismo.

Se dice que la ficción o el arte produce una rajadura en la realidad, a veces no logramos comprender esta dimensión hasta que por fin la vivimos. Si miramos el trascurrir del tiempo sofocados por la monotonía donde casi nos hemos perdido y no nos reconocemos y algo de un orden diferente como lo es la ficción logra relanzarnos de nuevo como quien tira una pelota de una forma tal que nos permita contar los días que nos quedan, que le quitamos a la muerte.

 

 

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